jueves, 25 de noviembre de 2010

Correctivo histórico en Puertollano

Duro se preveía y muy duro fue el correctivo recibido por el equipo en Puertollano. Son momentos en una trayectoria deportiva que dejan una huella difícil de borrar, se recordará siempre, quizás el tiempo mitigue la sensación de impotencia pero el malestar producido vivirá latente.
Diferencias de cincuenta puntos no se ven en el mundo del baloncesto, es una barbaridad de complejo análisis y de imposible explicación a priori pero fácil de entender a posteriori. Dos realidades distintas, la austeridad de un equipo que nunca gasta por encima de sus previsibles ingresos frente al dominio de una entidad fusionada con el fútbol que a base de talonario ha configurado una plantilla que uno no entiende como sólo ha ganado cuatro partidos a estas alturas de temporada.
Comenzó el partido ajustado: Puertollano viviendo de segundas opciones (todos los ataques acababan en canasta tras rebote ofensivo) y el Konga acertando desde la línea de tres. Con el desarrollo del cuarto el Konga perdió efectividad mientras el equipo local alcanzaba ventaja de ocho puntos, tiempo muerto, cambio a zona press visitante y tres triples seguidos de los locales matan el partido (33-16).
Nuevo ajuste defensivo del Konga, defensa 2-1-2 que consigue contener a Puertollano que responde con presión a todo campo, bien  mantenida por su poderío interior atrás y siempre por encima de la falta en primera línea (ya van dos equipos que viven de la estrategia de la constante falta, el arbitraje terminará dándose cuenta de la impunidad con que juegan –vean como defiende Azuqueca, intensos pero sin faltas-). Al descanso (42-20). Partido resuelto.
Salió el cuadro local a finiquitar el encuentro o autoafirmarse tras su irregular comienzo de temporada y lo hizo: intensidad atrás, robo de balón y contraataque, muy bien. Mientras los visitantes se deshacían en su impotencia buscando alguien que tirase la toalla.   
 Rotaciones del Konga en el último cuarto, defensa al límite de los locales y la diferencia que se va a los cincuenta puntos (92-41). Poco que decir.
Un partido para el olvido. Sólo queda una reflexión: el deporte no debería ser tan cruel. En este equipo hay jugadores (Kike, Jorge, Ernesto) que tras muchos años compitiendo, dando la cara por una localidad pequeña, sufriendo la ausencia de dinero para hacer un equipo de nivel, renunciando a recibir compensaciones económicas en otros lugares por jugar por y para su tierra, este tipo de gente que engrandece la palabra compromiso, que nunca miran para otro lado, a los que les espera una temporada muy exigente, tanto que van a dar el doscientos por cien para sacar la temporada adelante. Verán como no me equivoco.

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