En primer lugar nuestras condolencias al equipo local, a su jugador Ruperto y a su familia tras el fallecimiento de su madre, descanse en paz. Este deporte está bien apreciado cuando lo catalogamos como lo más importante de lo menos importante.
El baloncesto es así: se miras el acta figura minuto nueve del tercer cuarto, 53-51, posesión del Konga, a partir de aquí parcial de once cero y resultado final 64-51.
Comenzó tremendo Alberto López (justificados están sus emolumentos), respondiendo el Konga con juego de equipo (todos anotaron), 16-18 al final del primer cuarto.
El segundo sería el cuarto del CP La Roda, bien Carlos Fernández, dos triples que rompen pero sobretodo Roca, que gran fichaje ha hecho La Roda, jugador determinante todos los minutos que estuvo en pista, maravilló. El Konga, asfixiado en ataque, algo cansando y a través de decisiones egoístas jugó un cuarto donde sólo al final se exhibió cierto criterio, 34-29 partido por decidir.
Tras el descanso, zona del equipo visitante y ajustes del cuadro local que hacen que las defensas estén por encima de los ataques. Aparece Jorge y encuentro más abierto todavía, 41-39. Lo peor las desavenencias entre los jugadores visitantes, mala imagen y peores consecuencias, cuestión sobre la que reflexionar por parte de la plantilla.
El último cuarto comenzó igualado. A mitad del período se lesiona Alberto López y se produce un largo parón del que sale beneficiado el equipo local quizás por su convicción en la victoria y por la salida al campo de Roca, decisivo. En esos cinco minutos finales ocurrieron muchas cosas: igualdad hasta los dos minutos finales, tres robos de balón de madrigueras que falla dos entradas a canasta y pierde dos balones. Al final desesperación y frustración.
Jugó su partido el Konga en La Roda, el ritmo que le convenía, cambios de defensas bien interpretadas, sobreponiéndose a las dificultades hasta el último cuarto. En su debe los errores en las rotaciones del entrenador visitante que le condenó a la derrota y la ausencia de fe en la victoria unido a la mala dinámica de grupo, el barco hace aguas, podemos achicar y remar o dejar que se hunda, la plantilla tiene la solución, esperemos acontecimientos.
Lo mejor: El equipo compitió, aunque recuerda la historia del Holandés Errante, el barco fantasma que está condenado a vagar por los océanos de todo el mundo sin llegar nunca a tocar puerto
Lo peor: Las discusiones del equipo (si las derrotas pueden con el espíritu colectivo será porque no era cierta la fortaleza del grupo)
El crack: Estuvo en la memoria de todos, Ruperto y su familia.
C.P. La Roda: Carrilero (2), Perez (2), Lozano (9), Fernández B. (4), Aranda (0), Moya (2), Roca (15), Fernandez J. (0), Fernandez C. (10), Lopez (20).
Konga Madrigueras: Jorge (13), Alex (7), Ernesto (11), Esteban (-), Victor (10), Manu (0), Ibu (10), Pepe (-), Andres (-).
Arbitros: Román A. Noheda N. El mejor arbitraje de la temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario